Resumen
La infección por el virus de la hepatitis C (VHC) es una de las principales causas de cirrosis hepática y cáncer de hígado, es curable en la mayoría de las personas. El consumo de drogas inyectables representa actualmente 80 % de nuevas infecciones por VHC con una ruta de transmisión conocida en la Unión Europea (UE). En general, el AVC ha recibido poca atención por parte del público o de los responsables políticos de la UE, con importantes lagunas en las estrategias, los planes de acción, las directrices y la base empírica a nivel nacional. Específicamente, las personas que se inyectan drogas (PWID) a menudo son excluidas del tratamiento debido a diversos factores relacionados con el paciente, el proveedor de atención médica y el sistema de salud. Todos los responsables de la formulación de políticas responsables de los servicios de salud en los países de la UE deben asegurarse de que se desarrollen e implementen intervenciones de prevención, tratamiento, atención y apoyo que abordan el VHC en las PID.
De acuerdo con las mejores prácticas actuales, las PWID deben tener acceso a una reducción de daños multiprofesional integral y basada en evidencia (especialmente terapia de sustitución de opioides y agujas y jeringas limpias) y servicios de apoyo / atención basados en la comunidad y modificados con la participación de la comunidad para adaptarse a esta dificultad. -alcanzar la población.
Otros componentes de atención recomendados incluyen la vacunación contra la hepatitis B y otras infecciones; intervenciones de apoyo entre pares; Pruebas, prevención y tratamiento del VIH; servicios de drogas y alcohol; atención psicológica según sea necesario; y servicios de apoyo social. Las pruebas del VHC deben realizarse con regularidad en las personas con discapacidad intelectual para identificar a las personas infectadas e involucrarlas en la atención. Las PWID infectadas por el VHC deben ser consideradas para el tratamiento antiviral (basado en una evaluación individualizada y administrada dentro de programas de apoyo / atención multidisciplinaria) tanto para curar a las personas infectadas como para prevenir la transmisión.
Los datos de modelos sugieren que la carga de enfermedad por VHC solo se puede reducir sustancialmente si el tratamiento antivírico se amplía junto con los programas de prevención. Deben tomarse medidas para reducir el estigma y la discriminación contra las PID a nivel institucional y de proveedores.
En conclusión, se necesita con urgencia una acción estratégica a nivel de políticas para aumentar el acceso a la prevención, las pruebas y el tratamiento del VHC entre las PWID, el grupo con mayor riesgo de infección por el VHC. Dicha acción tiene el potencial de reducir sustancialmente el número de personas infectadas, junto con la carga de enfermedad y los costos de atención relacionados.