Resumen
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) y la esteatohepatitis no alcohólica (NASH) resultante son muy prevalentes en los Estados Unidos, donde son una causa creciente de cirrosis y carcinoma hepatocelular (HCC) y cada vez más un indicador de trasplante de hígado. Se utilizó un modelo de Markov para pronosticar la progresión de la enfermedad de NAFLD. La incidencia de NAFLD se basó en cambios históricos y proyectados en la prevalencia adulta de obesidad y diabetes mellitus (DM) tipo 2. Las suposiciones se derivaron de la literatura publicada cuando estaba disponible y se validaron utilizando datos de vigilancia nacional para la incidencia de CHC relacionado con NAFLD. Los cambios proyectados en la cirrosis relacionada con la EHGNA, la enfermedad hepática avanzada y la mortalidad relacionada con el hígado se cuantificaron hasta el 2030. Se pronostica que los casos de EHGNA prevalentes aumentarán 21%, de 83,1 millones (2015) a 100,9 millones (2030), mientras que los casos prevalentes de EHNA aumentarán 63% de 16,52 millones a 27,00 millones de cajas. La prevalencia general de NAFLD entre la población adulta (edad = 15 años) se proyecta en 33,5% en 2030, y la edad media de la población de NAFLD aumentará de 50 a 55 años durante 2015-2030. En 2015, aproximadamente 20% de los casos de NAFLD se clasificaron como NASH, aumentando a 27% para 2030, un reflejo tanto de la progresión de la enfermedad como del envejecimiento de la población. La incidencia de cirrosis descompensada aumentará 168% a 105.430 casos para 2030, mientras que la incidencia de CHC aumentará en 137% a 12.240 casos. Las muertes hepáticas aumentarán 178% a un estimado de 78,300 muertes en 2030. Durante 2015-2030, se proyecta que habrá un exceso de casi 800,000 muertes hepáticas.
CONCLUSIÓN
Con tasas altas y continuas de obesidad y DM en adultos, junto con una población que envejece, la enfermedad hepática relacionada con NAFLD y la mortalidad aumentarán en los Estados Unidos. Las estrategias para frenar el crecimiento de los casos de NAFLD y las opciones terapéuticas son necesarias para mitigar la carga de la enfermedad. (Hepatología 2018; 67: 123-133).
Países: Estados Unidos