Resumen
En mayo de 2016, los Estados Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobaron la primera “Estrategia mundial del sector de la salud contra las hepatitis virales 2016-2021” en la 69.ª Asamblea Mundial de la Salud. Esta estrategia contribuirá al logro de los Objetivos de Salud establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Los Estados Miembros de las Américas han estado trabajando para cumplir con el ambicioso objetivo de la Estrategia de eliminar las hepatitis virales como amenaza para la salud pública para 2030. Un hito importante fue la aprobación en septiembre de 2015 del Plan de acción regional para la prevención y el control de las hepatitis virales, que sirve como guía para la acción y la ampliación de la respuesta de salud pública a las hepatitis virales, abordando cuestiones transversales de manera integral.
La evidencia indica que la hepatitis viral es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad en nuestra Región. Si bien la carga de otras enfermedades transmisibles ha disminuido en el último decenio, la relacionada con la hepatitis viral ha aumentado. En este ámbito de la salud, que evoluciona rápidamente y es competitivo, tendremos que ser más estratégicos y aprovechar las innovaciones eficaces en el área de la hepatitis viral. Con un enfoque en el fortalecimiento del sistema de salud, aprovechar las oportunidades que presenta la integración de los servicios de atención primaria de salud y los programas de atención de salud maternoinfantil disponibles será fundamental para una respuesta de salud pública sostenible y eficiente a la hepatitis viral. Es evidente que los desafíos para los países incluyen aumentar la inversión financiera y abordar las cuestiones de precios relacionadas con el tratamiento de la hepatitis viral. A través de su Fondo Estratégico, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) está trabajando con los países para facilitar el acceso a medicamentos para el tratamiento de la hepatitis viral como parte de su función de garantizar que los países dispongan de medicamentos asequibles y de calidad garantizada, en la presentación requerida y en las cantidades necesarias.
También está claro que será necesario impulsar la colaboración de los gobiernos nacionales con otros sectores, como el mundo académico, la empresa privada y las comunidades afectadas, para lograr avances exitosos hacia los objetivos de eliminación.
En un panorama cambiante y apasionante en el que se están dando nuevas evidencias, normas y acciones mientras escribimos este artículo, este informe proporciona una referencia regional de referencia para la epidemia y la respuesta actual. La OPS, en su función de apoyar activamente a los países en su respuesta de salud pública, seguirá monitoreando los avances. Este informe constituye el primero de una serie que presentará lecciones aprendidas y destacará áreas que requieren especial atención y acción conjunta en nuestros países mientras allanamos el camino para poner fin a las epidemias de hepatitis B y C en nuestra Región.
Países: Estados Unidos